En «Subjetivamente», comprendemos que el malestar emocional es un fenómeno complejo que desafía tanto a la medicina como a la psicología. A menudo, los síntomas físicos que presentan nuestros pacientes son solo la manifestación superficial de conflictos emocionales profundos y no reconocidos. Este desconocimiento sobre el mundo emocional y su influencia en nuestra salud física requiere una reflexión crítica y una aproximación integral.
Alexandra Kohan, en sus obras «¿Por qué hacemos lo que hacemos?» (2019) y «Un cuerpo al fin» (2020), ofrece una perspectiva psicoanalítica esencial para comprender cómo nuestros cuerpos hablan cuando nuestras mentes no pueden. Kohan nos invita a considerar que nuestros síntomas físicos son mensajes codificados del inconsciente, reflejos de conflictos internos y de nuestra historia emocional. Esta visión nos permite en «Subjetivamente» desentrañar las complejas interacciones entre lo somático y lo psicológico, logrando una comprensión más completa y humanizada del malestar humano.
Sigmund Freud subrayó esta conexión entre cuerpo y mente. En su obra, Freud señaló: «Los síntomas físicos son, en su mayor parte, símbolos somáticos de los conflictos psíquicos» (Freud, 1917). Además, afirmó: «El yo es ante todo un ser corporal; no es sólo un ser superficial, sino también la proyección de una superficie» (Freud, 1923). Estas citas refuerzan la idea de que nuestras experiencias emocionales y psicológicas están profundamente integradas con nuestra existencia física.
En «Subjetivamente», el psicoanálisis, con su enfoque en el inconsciente y la interpretación de los síntomas, proporciona herramientas valiosas para entender estas manifestaciones. Kohan nos insta a cuestionar la perspectiva reduccionista de la medicina contemporánea, que a menudo se centra exclusivamente en los aspectos físicos de los síntomas, ignorando las complejidades emocionales y psicológicas subyacentes. Este enfoque fragmentario puede llevar a tratamientos que abordan solo la superficie del problema, dejando sin resolver los conflictos emocionales profundos que son la verdadera causa del malestar.
Algunos pacientes describen lo que sienten con expresiones como: “Sentí un dolor en el pecho, algo que quema y presiona, ¿cómo se llama esto?» y «De pronto se me cayeron las lágrimas solas, pero no sentí tristeza.» Estas manifestaciones físicas y emocionales reflejan una desconexión profunda entre el cuerpo y las emociones, que los impulsa a buscar respuestas para poder elaborar y comprender lo que sienten. Según Kohan (2019, 2020), nuestros cuerpos suelen expresar lo que nuestras mentes no pueden articular.
La desconexión con las emociones puede llevar a una serie de problemas físicos y emocionales, ya que el individuo no puede procesar plenamente sus experiencias internas. Kohan (2020) enfatiza que la integración de cuerpo y mente es crucial para una verdadera comprensión y tratamiento del malestar. En «Subjetivamente», adoptamos esta perspectiva para ofrecer una atención integral y personalizada a nuestros pacientes. Cuando los pacientes no son capaces de identificar y expresar sus emociones, estas pueden manifestarse de formas físicas que confunden tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud, dificultando el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Desde el psicoanálisis, se propone una integración de cuerpo y mente que permita una comprensión más completa del malestar. Freud (1917) ya subrayaba que los síntomas físicos pueden ser símbolos de conflictos psíquicos no resueltos. Este enfoque integral nos invita a escuchar al cuerpo como una vía para acceder a los contenidos inconscientes y las emociones reprimidas.
Kohan también aboga por esta integración, destacando la importancia de atender tanto a los aspectos físicos como emocionales del malestar. En «Subjetivamente», proponemos que el trabajo terapéutico debe centrarse en desentrañar los significados ocultos detrás de los síntomas físicos y emocionales, permitiendo que los pacientes reconozcan y procesen sus experiencias internas. Para superar la desconexión entre mente y cuerpo, es esencial fomentar una mayor conciencia emocional y una comunicación abierta entre pacientes y profesionales de la salud. Esto implica no solo un cambio en la práctica clínica, sino también una transformación en la forma en que comprendemos la salud y el malestar. El enfoque psicoanalítico de Kohan sugiere que al atender tanto a lo somático como a lo psíquico, podemos ofrecer una atención más completa y efectiva, permitiendo a los pacientes alcanzar un mayor bienestar.
En «Subjetivamente», estamos comprometidos con esta visión integradora, brindando a nuestros pacientes una atención que reconoce y valora la complejidad de sus experiencias emocionales y físicas. Creemos que solo a través de una comprensión profunda y multidimensional del malestar humano podemos ofrecer tratamientos verdaderamente efectivos y transformadores.
-Freud, S. (1917).
-Introducción al psicoanálisis. Freud, S. (1923).
-El yo y el ello. Kohan, A. (2019).
-¿Por qué hacemos lo que hacemos?. Buenos Aires: Godot. Kohan, A. (2020).
-Un cuerpo al fin. Buenos Aires: Godot.