En Chile, la vida universitaria es una etapa que millones de jóvenes enfrentan con entusiasmo, sacrificio y grandes expectativas. Según cifras del Ministerio de Educación, más de 6 millones de estudiantes se matricularon en la educación superior entre 2020 y 2024, lo que muestra una apuesta firme por la profesionalización y la esperanza de una mejor calidad de vida.
Pero, ¿qué pasa con el costo emocional de este camino? La presión académica, los plazos, la incertidumbre sobre el futuro y las exigencias personales muchas veces superan los recursos internos de quienes estudian, generando altos niveles de estrés, un fenómeno que, aunque frecuente, no siempre es visibilizado ni tratado como se debiera.
Un estudio de la Universidad Andrés Bello (2022) reveló que el 57% de los estudiantes universitarios en Chile experimenta niveles elevados de estrés. Otro informe de la Universidad Católica del Maule (2024) reportó que el 50% de los estudiantes presenta síntomas depresivos de moderados a graves. ¿Estamos normalizando un problema que, en realidad, está afectando la salud mental de toda una generación?
ESTRÉS, SALUD MENTAL Y REALIDAD CHILENA
Aunque el estrés es común, no debe ser minimizado. En Chile, la salud mental sigue siendo una deuda pendiente. Según un informe de CIPER Chile (2021), a pesar del Plan Nacional de Salud Mental 2017–2025, los recursos aún son insuficientes. El estigma social y la poca accesibilidad a tratamientos agravan esta realidad.
La Universidad de Chile (2023) encontró que las presiones académicas y sociales incrementan significativamente el riesgo de desarrollar ansiedad o depresión. Es decir, el estrés no solo agota, puede actuar como detonante de trastornos mentales más complejos, especialmente cuando no se recibe ayuda oportuna.
¿QUÉ ES EL ESTRÉS?
El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como desafiantes o amenazantes. Involucra tanto reacciones físicas como emocionales, y puede ser positivo (cuando nos motiva) o negativo (cuando nos abruma).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés es un estado de tensión mental generado por situaciones difíciles. En el contexto universitario, estas situaciones pueden incluir:
- Excesiva carga académica.
- Miedo al fracaso.
- Problemas económicos.
- Dificultades familiares o personales.
- Escasa red de apoyo.
¿CÓMO FUNCIONA EL ESTRÉS EN NUESTRO CUERPO?
Cuando estamos bajo estrés, nuestro cuerpo libera cortisol, la llamada “hormona del estrés”. En pequeñas dosis, esta hormona nos ayuda a mantenernos alerta. Pero si el estrés es constante y prolongado, puede afectar seriamente la salud mental y física:
- Trastornos del sueño
- Irritabilidad y angustia
- Problemas digestivos
- Ansiedad o depresión
- Agotamiento físico y emocional
¿QUÉ MODELOS EXPLICAN EL ESTRÉS EN ESTUDIANTES?
EL MODELO DE LAZARUS Y FOLKMAN explican el estrés como una explicación subjetiva que depende de la persona que lo padece y de cómo está interpretamos una situación y de los recursos que creemos tener para afrontarla:
- Evaluación primaria: la persona podría preguntarse ¿Esto que me está pasando es una amenaza, una pérdida o un desafío?
- Evaluación secundaria: ¿Tengo las herramientas (tiempo, apoyo, habilidades) para enfrentar esto?
También suele ocurrir que la persona que padece el estrés puede escoger estrategias de afrontamiento:
- Centradas en el problema: buscar soluciones, planificar, estudiar mejor.
- Centradas en la emoción: hablar con alguien, descansar, distraerse.
Sin embargo, estas estrategias pueden quedar reducidas cuando el estrés se intensifica o se junta con otra emoción como lo es el miedo que tiende a paralizar a las personas, y nuestros mecanismos de afrontamiento pueden verse debilitados de ahí que surge la necesidad de solicitar ayuda con personas especializadas en el área de la salud mental que puedan acompañar mientras nos reencontramos con nuestro equilibrio natural.
¿CÓMO SABER SI YO O MI HIJO/A UNIVERSITARIO/A ESTÁN BAJO ESTRÉS?
Algunos síntomas de alerta son:
- Cambios bruscos de ánimo
- Aislamiento o pérdida de interés en actividades cotidianas
- Insomnio o fatiga constante
- Problemas de concentración
- Dolores de cabeza o musculares frecuentes
- Bajos rendimientos académicos
Los psicólogos utilizan entrevistas clínicas y cuestionarios especializados para detectar el nivel de estrés, ansiedad o síntomas depresivos. Cuanto antes se detecten, mejor será el pronóstico.
MENSAJE DE SUBJETIVAMENTE
Estudiar una carrera universitaria no debería implicar poner en riesgo tu bienestar emocional. Si sientes que ya no puedes más, te sientes sobrepasado o que alguien cercano a ti necesita ayuda, no estás sola/o. Reconocer el estrés no es debilidad, es una forma inteligente de prevenir situaciones peores, no debemos estar muy mal para pedir ayuda.
Para padres, madres y adultos responsables que forman parte del entorno del estudiante, sabemos que muchas veces a uds tambien les pesa el trabajo y no siempre se encuentran todos los recursos para estar atentos a sus hijos/as, sobrinos, pero el tiempo que pasan con ellos es importante para monitorear cómo están ellos si necesitan ayuda o apoyo, los jóvenes tambien se cansan, es necesario animarlos a pedir ayuda.
Cuidar la salud mental es una inversión a largo plazo. Porque un estudiante sano emocionalmente aprende mejor, se relaciona mejor y puede construir el futuro que desea.