10 de septiembre: Día Mundial para la Prevención del Suicidio.

Subjetivamente

´Únete a nuestra comunidad

El poder de la palabra, la escucha y la psicoterapia en el cuidado de la vida

El suicidio es, sin duda, uno de los temas más delicados y urgentes de nuestra época. Cada 10 de septiembre, al conmemorarse el Día Mundial para la Prevención del Suicidio —una iniciativa conjunta de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)— se nos invita a reflexionar no sólo sobre la pérdida, sino también sobre la posibilidad de cuidar, sostener y acompañar a quienes atraviesan un dolor psíquico insoportable.

En Chile, la situación no es alentadora. Las cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) indican que cerca de 1.800 personas mueren por suicidio cada año. La tasa se vuelve aún más alarmante al observar grupos específicos, como adolescentes y jóvenes entre 15 y 29 años, para quienes el suicidio representa una de las principales causas de muerte (MINSAL, 2023). A esto se suma el aumento sostenido de los intentos de suicidio, particularmente en mujeres adolescentes, y el incremento de consultas de salud mental con ideación suicida en contextos escolares y universitarios.

Pero detrás de cada estadística hay una historia, una red de vínculos fracturados, un sufrimiento no escuchado, un dolor subjetivo que muchas veces no logra ser puesto en palabras ni comprendido por el entorno. El suicidio, desde un enfoque clínico contemporáneo, no es un acto individual desvinculado del contexto, sino una expresión última de desesperanza, de desregulación emocional, de pérdida de sentido y desconexión afectiva.

La psicoterapia como espacio de sostén y prevención

Hablar de prevención del suicidio implica mucho más que identificar factores de riesgo. Significa también generar condiciones reales para que las personas puedan expresar su sufrimiento de manera segura, legítima y acompañada. La psicoterapia —especialmente cuando se basa en modelos relacionales, integrativos y centrados en la subjetividad— es una herramienta crucial en ese proceso.

La psicoterapia relacional, la Terapia Basada en la Mentalización (MBT) y los enfoques narrativos permiten que el paciente explore sus pensamientos suicidas sin ser juzgado, medicalizado de forma automática o reducido a un diagnóstico. Lo que está en juego en el intento suicida no es solo un impulso o un trastorno, sino el colapso de la capacidad de simbolizar el sufrimiento, de pensarlo con otro, de alojarlo en una trama significativa.

Diversos estudios han demostrado que los procesos terapéuticos que promueven la mentalización —es decir, la capacidad de pensar sobre los propios estados mentales y los de los demás— son especialmente eficaces para trabajar con pacientes con conductas autolesivas o ideación suicida (Bateman & Fonagy, 2016). Estos enfoques no se centran únicamente en reducir síntomas, sino en fortalecer funciones psicológicas profundas como la regulación afectiva, la construcción narrativa del self y la reactivación de vínculos protectores.

¿Qué signos deben alertarnos?

Desde la psicoeducación, es fundamental que familiares, docentes, compañeros de trabajo o amigos sepan identificar ciertos indicadores que, aunque no siempre son evidentes, pueden ser señales de riesgo.

Entre los más relevantes están los cambios abruptos en el ánimo, el aislamiento social progresivo, la pérdida de interés por actividades habituales, la sensación de desesperanza, los comentarios sobre la muerte o el cansancio vital, y las conductas de riesgo o autolesión. También es importante considerar eventos estresantes recientes, como rupturas afectivas, conflictos familiares, pérdidas significativas o experiencias de violencia.

Es clave comprender que muchas veces el lenguaje del sufrimiento no es directo. Algunas personas no dicen “quiero morir”, pero expresan ideas como “todo estaría mejor si no existiera”, “no puedo más” o “soy una carga para los demás”. Estas frases, lejos de ser exageraciones, suelen ser pedidos de ayuda velados que requieren ser escuchados con atención, sin minimizar ni relativizar.

¿Cómo actuar ante una persona en riesgo?

El primer paso es ofrecer una presencia disponible, sin juicio ni urgencia por resolver. La validación emocional —reconocer que lo que la persona siente tiene sentido desde su historia— es una intervención poderosa en sí misma. Preguntar directamente si ha pensado en suicidarse no incrementa el riesgo, al contrario: permite abrir un canal de comunicación que puede ser crucial. La evidencia actual desmiente el mito de que hablar del suicidio lo promueve; lo que sí aumenta el riesgo es el silencio, la negación o la banalización del sufrimiento (WHO, 2021).

Si la persona expresa ideas suicidas claras, es necesario derivarla a atención profesional de manera inmediata y, si es posible, acompañarla en el proceso. Chile cuenta con diversas líneas de ayuda gratuita, como el Fono Salud Mental del MINSAL (800 914 800) y la línea 4141 “No estás solo, no estás sola”, orientada especialmente a jóvenes.

Cuidar los vínculos es cuidar la vida

La prevención del suicidio no es solo una tarea del sistema de salud. Es también un imperativo ético y social. Necesitamos comunidades que no patologicen el dolor, que legitimen el malestar, que se atrevan a hablar de la muerte sin miedo, pero sobre todo, que cultiven la presencia, la escucha y el compromiso afectivo.

Como señala la literatura reciente en psicoterapia y salud mental comunitaria, lo que más protege frente al suicidio no es la ausencia de síntomas, sino la presencia de vínculos significativos, la posibilidad de ser escuchado y la construcción de una narrativa vital que otorgue sentido incluso al sufrimiento (Bracken et al., 2012; Holmes et al., 2020).

La vida no siempre es fácil de habitar, pero cuando hay alguien dispuesto a mirar con nosotros ese abismo, el horizonte se vuelve más respirable. La psicoterapia, en ese sentido, es mucho más que una técnica: es una forma ética de encuentro con el otro en su máxima fragilidad.

COMPARTE ESTE POST

Nosotros te Orientamos

En Subjetivamente nos especializamos en todo tipo de condiciones y malestares relacionados a tu salud mental.

Contamos con un equipo de psicoterapeutas especializados e integrados, para que puedas atenderte de manera integral, cómoda y segura.

Gracias a la experiencia de nuestro equipo somos capaces de ofrecerte terapias y orientación psicoterapéutica avanzada. De esta forma, te ayudamos a resolver tanto problemas de tu personalidad como alteraciones de la dinámica interpersonal y familiar.

Lo que obtienes en Subjetivamente

  • Valoración integral del paciente.
  • Atención Personalizada
  • Privacidad y Confidencialidad.
  • Equipo Integrado.
Scroll al inicio

Comienza eL AÑO CON psicoterapia

Descuento especial 20%

INGRESANDO EL CÓDIGO
SALUD2025

— EN SESIONES DE JORNADA AM —