Fundamentos Emocionales y el Sistema de Búsqueda (SEEK)

El impulso de la curiosidad y la exploración no es puramente cognitivo; está profundamente arraigado en sistemas emocionales primarios. Específicamente, la capacidad de búsqueda está vinculada al sistema emocional primario SEEK (BÚSQUEDA).

Si bien el sistema SEEK típicamente impulsa la exploración del entorno, en el contexto de la MBT, esta energía se reorienta hacia la exploración del mundo mental interior del paciente. Para el terapeuta, la curiosidad se convierte en una respuesta profesional cultivada, sostenida por el deseo de investigar (SEEK) en el marco de la preocupación genuina por el bienestar del paciente (CARE). El deseo de averiguar surge intrínsecamente de un estado de no-saber, lo cual valida la necesidad de la exploración.

La Postura de No-Saber: Humildad y Colaboración

La MBT parte de la premisa fundamental de que los estados mentales son inherentemente opacos e inaccesibles a la observación directa. Por lo tanto, el terapeuta debe adoptar una actitud de humildad profesional que comunica la renuncia al rol de experto omnisciente con acceso privilegiado al mundo interior del paciente.

La Postura de No-Saber se opera de la siguiente manera:

• Rechazo de la Conclusión: El terapeuta se abstiene de emitir interpretaciones o aseveraciones definitivas y concluyentes sobre los estados mentales del paciente. Se evita cualquier afirmación que sugiera un conocimiento superior o una verdad final.
• Dependencia Colaborativa: Se comunica explícitamente que el terapeuta depende de la ayuda y la información del paciente para hacer que los fenómenos mentales complejos sean evidentes y analizables a través del diálogo.
• Modelado de la Confusión: Cuando la mentalización del paciente se deteriora (especialmente bajo estrés emocional), el terapeuta debe intervenir modelando la reflexión al admitir su propia confusión con frases como: «No estoy seguro de entender esto completamente. ¿Podrías ayudarme a clarificar qué estaba sucediendo en ese momento?». Este modelado libera al terapeuta de la obligación de comprender lo incomprensible de inmediato y normaliza la dificultad de la mentalización.
• Compañerismo Tolerante: El terapeuta se establece como un «compañero tolerante» en un proceso exploratorio compartido, invitando al paciente a un esfuerzo conjunto para el descubrimiento.

Esta postura es crucial, ya que libera el proceso terapéutico de la necesidad de interpretar dentro de marcos rígidos (como el pasado traumático o esquemas diagnósticos), centrándose en el proceso de exploración en el aquí y ahora.

Aplicación Clínica: El Foco en el Proceso Mental

La curiosidad no es solo una actitud, sino que se traduce en intervenciones concretas que fomentan la reflexión, la introspección y el diálogo mentalizador.

1. Exploración de Estados Mentales Subyacentes

El uso constante de la curiosidad implica plantear preguntas que promueven la reflexión activa sobre los motivos y estados mentales (propios y ajenos) que explican un comportamiento o una interacción. Esto convierte el espacio terapéutico en un campo de entrenamiento para la mentalización.

Las intervenciones curiosas deben ir más allá de los hechos superficiales, enfocándose en el proceso y en la forma en que el paciente comunica sus experiencias, no solo en el contenido narrativo.

Ejemplos de enfoque: En lugar de preguntar «¿Qué pasó después?», el terapeuta podría preguntar: «¿Qué tipo de sentimientos te genera escuchar esta historia?» o «¿Qué te hizo sentir cuando él hizo X?».

2. Manejo de Fallos de Mentalización

La curiosidad es la herramienta primaria para abordar las fallas en la mentalización, como las creencias injustificadas o la equivalencia psíquica (confundir la percepción subjetiva con la realidad objetiva).

En lugar de confrontar o invalidar, el terapeuta desafía amigable y sensiblemente estas creencias, manteniendo siempre una postura de genuina curiosidad.

Ejemplo clínico: Ante una afirmación rígida como «Soy menos digno que los demás», el terapeuta podría responder: «Me dices que sientes que no vales, pero me has contado logros muy importantes esta semana. Parece que tu confianza en ti mismo fluctúa. ¿Tienes alguna idea o hipótesis de por qué tu confianza podría estar baja hoy?».

3. El Terapeuta como Modelo de Regulación

Al modelar la curiosidad, el terapeuta demuestra que es posible abordar situaciones emocionalmente cargadas (momentos en que la mentalización suele colapsar) con una actitud reflexiva en lugar de una reacción impulsiva o defensiva. Esta actitud auténtica y cálida es la que permite al paciente adquirir y desarrollar la capacidad de reflejar sus propios estados internos y los de los demás.

Si se abandona la curiosidad, el proceso corre el riesgo de caer en la **pseudomentalización** (reflexión sin conexión emocional) o la parálisis terapéutica.

Conclusión

La MBT exige que el terapeuta sea un explorador genuino, utilizando la curiosidad no como una técnica, sino como la manifestación de un deseo de ayudar sostenido por una actitud auténtica. Esta postura mentalizadora es la que permite al paciente transformar su experiencia subjetiva al aprender a reflejar y modular sus propios estados internos.