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CLAUDIA FUENTES

PSICÓLOGA CLÍNICA

LOS MITOS DEL AMOR ROMÁNTICO EN PSICOTERAPIA

Introducción:

En esta publicación vamos a  reflexionar sobre cómo las expectativas sociales de género influyen en la vida de las mujeres, incluyendo sus relaciones amorosas. En terapia, es esencial abordar los mitos del amor romántico, ya que estos pueden perpetuar desigualdades de género, alimentar relaciones poco saludables y contribuir al mantenimiento de estructuras patriarcales.
Los mitos del amor romántico están arraigados en nuestra cultura y afectan tanto a mujeres como a hombres. Sin embargo, las mujeres suelen ser más vulnerables a estos mitos debido a la presión social para cumplir con roles de género tradicionales, como ser cuidadoras o sacrificarse en nombre del amor.
El amor romántico, una construcción social del amor y la familia, surgió en Europa a principios del siglo XIX. Define los roles de cada persona en la familia y da pautas estáticas de lo que es el verdadero amor, que busca una entrega completa a la otra persona, la cual sea lo único y fundamental en la vida (Marroquí y Cervera, 2014).

Los mitos del amor romántico:

Los mitos del amor romántico son definidos por Yela (2003) “como el conjunto de creencias socialmente compartidas sobre la supuesta “verdadera naturaleza” del amor” (264); las cuales con frecuencia son ficticias, absurdas, engañosas, irracionales e imposibles de cumplir. Los principales mitos románticos enunciados por el autor son:

Mito de la equivalencia: considerar que el “amor” y el “enamoramiento” son equivalentes, por lo que si una persona ya no está enamorada apasionadamente, significa que no ama a su pareja, por lo que se debe abandonar la relación. Este mito ignora los procesos de transformación de las fases de enamoramiento, llevando a vivir incluso de forma traumática algo natural.

Mito de la media naranja: creer que hemos elegido la pareja que teníamos predestinada y que fue la única o la mejor opción posible. Puede llevar a las personas a crear exigencias demasiado altas a su pareja, o, por el contrario, a soportar excesivamente.

Mito de la exclusividad: creencia de que solo podemos sentir amor romántico por una persona al mismo tiempo. Puede suponer conflictos internos a una persona enamorada de más de una, llevando a conclusiones que podrían ser incorrectas con consecuencias negativas para sí misma y terceros.

Mito de la omnipotencia: creencia de que “el amor todo lo puede”, y que el amor basta para solucionar cualquier obstáculo o problema. Puede producir una sobre valoración negativa de los inevitables conflictos de pareja.

Mito de la fidelidad: creencia de que todos los deseos románticos y eróticos deben satisfacerse con una sola persona, si es que verdaderamente se la ama. Se vuelve problemático en cuanto un deseo biológicamente natural (el tener relaciones sexuales con otras personas) conlleva una sanción social. La persona debe escoger entre reprimir su deseo, sustituirlo, comentarlo a su pareja u ocultar una infidelidad.

Mito del matrimonio o convivencia: creencia de que el amor romántico debe desembocar en la unión de la pareja a través del matrimonio o convivencia. Genera decepción al no cumplirse las expectativas de estabilidad cuando remite la idealización y disminuye la pasión.

Mito del emparejamiento: creencia de que la monogamia heterosexual es una institución transversal en el tiempo y las culturas como la unión natural del hombre y la mujer. Genera conflictos internos en cualquier persona que se aleje de la norma; ya sea por no estar emparejada, por amar a una persona del mismo sexo o a más de una persona.

Mito del libre albedrío: creer que nuestros sentimientos amorosos no están influidos por aspectos biológicos, sociales y culturales ajenos a nuestro dominio. Puede llevar a las personas a culpabilizarse por deseos o impulsos cuyos condicionantes se encuentran fuera de su control.

Mito de los celos: creer que son un signo y requisito de “amor verdadero”. Se utiliza con frecuencia para justificar comportamientos injustos, egoístas o hasta violentos.

Consideraciones finales:

Al abordar estos mitos en psicoterapia, se abre la puerta a una exploración profunda de las creencias subyacentes sobre el amor y las relaciones. Esto implica cuestionar las nociones preconcebidas sobre el amor romántico, como la idea de que el amor verdadero es incondicional, que una pareja debe completar a la otra o que los celos son una manifestación de amor. Al desafiar estos mitos, se ofrece la oportunidad de examinar críticamente las propias creencias y de reconstruir una comprensión más realista y saludable del amor y las relaciones.

Además, se pueden explorar las formas en que estos mitos refuerzan y perpetúan las normas de género y las desigualdades en las relaciones. Al desafiar estos estereotipos de género, se puede fomentar una mayor igualdad y autonomía en las relaciones, promoviendo la idea de que cada persona tiene derecho a definir y buscar el tipo de relación que le sea más satisfactoria y significativa.

En resumen, la exploración y desafío de los mitos del amor romántico en psicoterapia es fundamental para promover relaciones más saludables, equitativas y satisfactorias. Al ofrecer un espacio seguro y de apoyo para el cuestionamiento y la reconstrucción de las creencias sobre el amor y las relaciones, se puede ayudar a fomentar una mayor autoconciencia, autonomía y resiliencia en el ámbito amoroso.

Referencias bibliográficas:

Marroquí, M. y Cervera, P. (2014). Interiorización de los Falsos Mitos del Amor Romántico en Jóvenes. Reidocrea. https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/32269/ReiDoCrea-Vol.3-Art.20-Marroqui-Cervera.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

Yela, C. (2003). La otra cara del amor: mitos, paradojas y problemas. Encuentros

en Psicología Social, 1(2), 263-267.

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