Las noticias que nos llegan desde Punta Arenas nos han golpeado fuerte esta semana. La pérdida de tres jóvenes en la región de Magallanes no es solo un titular en la prensa austral; es un llamado de atención urgente para todos los que trabajamos en salud mental y para la sociedad en general.
A veces, las estadísticas pueden ser engañosas. Si bien las tasas de suicidio han mostrado una leve disminución técnica, la realidad subyacente es mucho más compleja: cerca del 11% de la población regional vive con depresión o malestar emocional. Y detrás de ese porcentaje, hay historias, familias y dolores que muchas veces permanecen invisibles.
No es «querer morir», es querer dejar de sufrir
Una de las reflexiones más potentes que ha surgido de esta crisis viene del psicólogo forense Claudio Carrera, quien pone sobre la mesa una verdad que a menudo olvidamos:
«La gente no quiere morir, lo que busca es ‘apagar el sistema’. Buscan detener el dolor, la angustia o la desesperanza que sienten interminable.»
Entender esta diferencia es clave para cambiar nuestra mirada: pasamos del juicio a la empatía.
El factor biológico y la «paradoja de la primavera»
Otro punto crucial que levantan los expertos locales, como la psicóloga Rosa Martínez, es el factor estacional. Solemos asociar la primavera con alegría y renacer, pero biológicamente es un periodo de riesgo. El aumento de la luz solar incrementa la energía física, pero si el estado de ánimo sigue bajo, esa energía extra puede ser el motor para ejecutar decisiones impulsivas.
A esto se suman las presiones académicas de fin de año y las dinámicas familiares, creando un cóctel que, sin el apoyo adecuado, puede ser devastador.
Estigmatizar cierra puertas
En Subjetivamente, siempre hemos creído que la educación es la primera línea de defensa. La campaña magallánica «Estigmatizar cierra puertas» resume perfectamente el desafío. Cada vez que juzgamos, cada vez que decimos «es solo una etapa» o «pon de tu parte», estamos cerrando una puerta.
La prevención no es solo tarea de los psicólogos o psiquiatras. La prevención real radica en:
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Dar sentido a la vida: Ayudar a encontrar propósitos, por pequeños que parezcan. -
Validar: Escuchar sin juzgar. -
Comunidad: Entender que el apoyo mutuo es un factor protector insustituible.
Lo que ocurre en Punta Arenas es un espejo de lo que pasa en muchas partes de Chile. Que esta crisis nos sirva para abrir la conversación, para mirar al de al lado con más empatía y para recordar que, a veces, preguntar «¿cómo estás realmente?» puede marcar toda la diferencia.






