fbpx

Ansiedad

Definición, causas y tratamiento

Ansiedad

Definición, causas y tratamiento

La ansiedad se comprende actualmente como un estado emocional persistente y generalizado que se caracteriza por preocupación excesiva, tensión interna y dificultades para manejar la incertidumbre. A diferencia del temor, que surge ante una amenaza concreta y momentánea, la ansiedad se manifiesta incluso en ausencia de un peligro real e inmediato, afectando la calidad de vida y el desempeño en las áreas familiar, social y laboral. Este estado suele implicar síntomas físicos (palpitaciones, sudoración, temblores, fatiga), cognitivos (anticipación negativa, dificultades para concentrarse, pensamientos recurrentes sobre posibles riesgos futuros) y conductuales (evitación de ciertas situaciones, irritabilidad, inquietud motora).

¿Necesita que le ayudemos?

Contáctese con nuestras ejecutivas

En el contexto latinoamericano, incluyendo Chile, las investigaciones más recientes (2020-2024) señalan un aumento significativo en la prevalencia de la ansiedad, atribuido a factores sociales, económicos y culturales. La pandemia de COVID-19, la incertidumbre laboral, las tensiones políticas, las presiones académicas y las dificultades para acceder a servicios de salud mental han contribuido a la intensificación de síntomas ansiosos en la población general (OMS, 2022; Taquet et al., 2021, The Lancet Psychiatry). Este incremento ha puesto en relieve la necesidad de comprender más profundamente la ansiedad como un fenómeno complejo que abarca dimensiones biológicas, psicológicas y sociales, a fin de elaborar intervenciones y políticas de salud mental más eficaces.

En términos biológicos, la predisposición genética, la desregulación de neurotransmisores relacionados con la respuesta al estrés —como la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA)— y la sobreactivación de estructuras cerebrales (por ejemplo, la amígdala) pueden incrementar la vulnerabilidad a desarrollar síntomas ansiosos. Desde el punto de vista psicológico, estilos de pensamiento orientados a la preocupación excesiva, dificultades en el afrontamiento del estrés y experiencias traumáticas tempranas pueden favorecer la aparición de la ansiedad. A nivel social, la exposición a contextos violentos, la falta de redes de apoyo y la incertidumbre económica influyen en la persistencia y gravedad de los síntomas.

Entender qué es la ansiedad no implica simplificarla a un problema individual; por el contrario, implica reconocerla como una respuesta compleja, modulada por condiciones internas y externas que pueden predisponer a la persona a una reacción desproporcionada frente a la incertidumbre. Este entendimiento integral, respaldado por la evidencia científica más reciente, es la base para desarrollar diagnósticos más acertados, tratamientos más eficaces y políticas de salud mental ajustadas a las necesidades y realidades locales.

¿Cuáles son las causas de la ansiedad?

La ansiedad se entiende hoy en día como un fenómeno multifactorial, en el que confluyen elementos biológicos, psicológicos y sociales. Es decir, su origen no puede atribuirse a una sola causa, sino a la compleja interacción entre el funcionamiento del organismo, la forma en que la persona interpreta y afronta la realidad, y las condiciones del entorno en que vive.

  1. Factores biológicos:
    Las investigaciones recientes en el área de la neurociencia (2020-2024) han aportado evidencias sobre la influencia de la predisposición genética y las alteraciones neuroquímicas en el desarrollo de la ansiedad. La regulación de neurotransmisores como la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA) juega un papel clave en la respuesta al estrés y la tensión interna. Un desequilibrio en estos sistemas puede traducirse en una hiperactividad de los circuitos cerebrales asociados a la preocupación y el miedo, incrementando la vulnerabilidad del individuo a manifestar síntomas ansiosos.

  2. Factores psicológicos:
    A nivel individual, las características de la personalidad, las experiencias tempranas y los patrones de pensamiento influyen en la aparición y mantenimiento de la ansiedad. Personas con un estilo cognitivo orientado hacia la preocupación constante o que han vivido eventos traumáticos (abuso, negligencia, pérdidas significativas) durante la infancia, suelen presentar mayor susceptibilidad. Además, la escasa capacidad para afrontar el estrés, la intolerancia a la incertidumbre y la tendencia a la interpretación negativa de situaciones ambiguas contribuyen al desarrollo de trastornos de ansiedad.

  3. Factores sociales y contextuales:
    En Latinoamérica, diversos estudios han mostrado que la ansiedad se ve alimentada por condiciones socioeconómicas adversas, inestabilidad política, violencia en el entorno, dificultades para acceder a la educación o el trabajo, y limitaciones en el acceso a servicios de salud mental. La pandemia de COVID-19 exacerbó estas condiciones, incrementando la sensación de vulnerabilidad, aislamiento, inseguridad laboral y duelo (Taquet et al., 2021, The Lancet Psychiatry). De igual modo, la falta de redes de apoyo social y el estigma hacia la salud mental pueden dificultar la búsqueda de ayuda profesional, prolongando y agravando la experiencia ansiosa.

En suma, las causas de la ansiedad están entrelazadas y varían de una persona a otra, dependiendo de su historia de vida, su genética, sus recursos psicológicos y el medio en el que se desenvuelve. Entender esta complejidad es fundamental para diseñar intervenciones y políticas de salud mental que aborden no solo los síntomas, sino también las condiciones que los generan. Esto adquiere especial relevancia en el contexto latinoamericano, donde las desigualdades sociales y los acontecimientos históricos influyen directamente en la salud emocional de la población.

¿Sufres de algunos de estos síntomas?

Es probable que necesites atención

¿Cómo se trata la ansiedad?

Tratamientos para la ansiedad
La evidencia científica más reciente (2020-2024) respalda la efectividad de un abordaje integral y personalizado en el tratamiento de la ansiedad. Lejos de limitarse únicamente a medicamentos o psicoterapia, las intervenciones actuales apuestan por combinar diversos recursos con el fin de adaptar la atención a las necesidades, preferencias y contexto social de cada persona. Este enfoque multimodal integra estrategias psicológicas, farmacológicas y cambios en el estilo de vida, complementadas con mejoras en la educación y el acceso a servicios de salud mental.

  1. Intervenciones psicológicas:
    La terapia psicológica constituye una herramienta fundamental en el manejo de la ansiedad, pues ofrece un espacio seguro para explorar las causas del malestar, facilitar la comprensión de los síntomas y fomentar estrategias de afrontamiento adaptativas. A través de la relación terapéutica, se promueve la autoobservación y el reconocimiento de patrones emocionales o relacionales que influyen en el bienestar. La intervención suele abarcar tanto el abordaje de experiencias pasadas como el análisis de la situación actual, integrando técnicas que ayudan a regular las emociones y a gestionar de manera más efectiva las preocupaciones diarias. Además, se hace hincapié en el establecimiento de objetivos realistas y la construcción de habilidades para enfrentar la incertidumbre, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida y la resiliencia en el largo plazo.

  2. Farmacoterapia:
    En casos de ansiedad moderada a severa, el uso de medicación puede resultar de gran ayuda, siempre bajo la supervisión de un especialista en salud mental. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y norepinefrina (ISRSN) se han consolidado como fármacos de primera línea, debido a su eficacia y perfil de efectos adversos más benigno en comparación con ansiolíticos de generaciones anteriores. La elección de la medicación y su duración dependen de la historia clínica del paciente, la respuesta inicial y la presencia de otras condiciones médicas o psiquiátricas.

  3. Cambios en el estilo de vida y autocuidado:
    La evidencia actual enfatiza la importancia de adoptar hábitos saludables como parte integral del tratamiento. La incorporación de actividad física regular, la práctica de ejercicios de relajación (por ejemplo, respiración profunda, relajación muscular progresiva, mindfulness), la mejora de la higiene del sueño y la reducción del consumo de cafeína o sustancias estimulantes tienen un impacto significativo en la disminución de la ansiedad. Además, fortalecer las redes sociales de apoyo, participar en grupos de autoayuda e implementar estrategias de afrontamiento del estrés en el trabajo o la escuela pueden mejorar la resiliencia y disminuir la frecuencia e intensidad de las crisis ansiosas.

  4. Atención integral y políticas de salud pública:
    Desde una perspectiva más amplia, el tratamiento de la ansiedad no se limita al consultorio. La accesibilidad a servicios de salud mental, la capacitación de profesionales, la creación de programas de prevención en escuelas y lugares de trabajo, así como la sensibilización de la población a través de campañas informativas, son componentes clave. En Latinoamérica, se han observado avances en la telepsicología y la telepsiquiatría, facilitando el acceso a terapias y evaluaciones especializadas incluso en zonas geográficamente remotas (MINSAL, 2022). Estas políticas, combinadas con la adopción de estándares internacionales de calidad, buscan reducir la brecha de atención y garantizar una respuesta temprana ante la ansiedad.

En definitiva, el abordaje terapéutico actual de la ansiedad se centra en la personalización de las estrategias, el uso equilibrado de recursos psicológicos y farmacológicos, y la inclusión de intervenciones comunitarias y políticas públicas orientadas a la prevención y la educación. Esta visión holística, respaldada por la investigación reciente, contribuye a mejorar la eficacia del tratamiento y a promover la estabilidad emocional, la recuperación funcional y la calidad de vida de las personas afectadas por la ansiedad.

Nosotros te Orientamos

En Subjetivamente nos especializamos en todo tipo de codiciones y malestares relacionados a tu salud mental.

Contamos con un equipo de psicoterapeutas especializados e integrados, para que puedas atenderte de manera integral, cómoda y segura.

Gracias a la experiencia de nuestro equipo somos capaces de ofrecerte terapias y orientación psicoterapéutica avanzada. De esta forma, te ayudamos a resolver tanto problemas de tu personalidad como alteraciones de la dinámica interpersonal y familiar.

Lo que obtienes en Subjetivamente

  • Valoración integral del paciente.
  • Atención Personalizada
  • Privacidad y Cofidencialidad.
  • Equipo Integrado.
Picture of Ps. Fernanda Gumucio

Ps. Fernanda Gumucio

Especializada en Psicoanálisis Relacional y Terapia Basada en la Mentalización (MBT)

Directora
+15 años de experiencia

CONOCE MÁS
Picture of Ps. Valentina Loaiza

Ps. Valentina Loaiza

Especializada en Psicoanálisis Relacional

CONOCE MÁS
Picture of Ps. Anika de Nordenflycht

Ps. Anika de Nordenflycht

Especializada en Enfoque Narrativo y Terapia Basada en la Mentalización

CONOCE MÁS
Picture of Ps. Bárbara Calvo

Ps. Bárbara Calvo

Especializada en Psicoanálisis

CONOCE MÁS
Picture of Ps. Felipe Fuentes

Ps. Felipe Fuentes

Especializada en Enfoque Sistémico

Conoce Más
Picture of Ps. Fernanda Gumucio

Ps. Fernanda Gumucio

Especializada en Psicoanálisis Relacional y Terapia Basada en la Mentalización (MBT)

Directora
+15 años de experiencia

Conoce Más

´Únete a nuestra comunidad

Accede a información semanal, promociones y noticias sobre bienestar y salud mental.

Scroll al inicio

Comienza eL AÑO CON psicoterapia

Descuento especial 20%

INGRESANDO EL CÓDIGO
SALUD2025

— EN SESIONES DE JORNADA AM —